La vitamina D es una de las vitaminas más importantes para nuestro organismo, junto con otras vitaminas. así como minerales. Sin embargo, lamentablemente, debido a la vida actual y su avalancha de alimentos procesados y falta de alimentación saludable, ha llevado a que tengamos niveles cada vez más bajos de vit-D en nuestro organismo.
La vitamina D juega un papel crucial en el cuerpo humano, afectando directamente la salud ósea, el sistema inmunológico e incluso el buen funcionamiento del corazón y los músculos. Su discapacidad es un problema de salud que puede afectar a personas de todas las edades y procedencias. En este texto, exploraremos las causas, síntomas y consecuencias de la deficiencia de vit-D.
Causas de la deficiencia de vitamina D
La principal fuente de vit-D para el cuerpo humano es la exposición a la luz solar. Cuando la piel se expone a la luz ultravioleta B (UVB) del sol, sintetiza vitamina D. Sin embargo, varias circunstancias pueden provocar una deficiencia:
- Falta de exposición al sol: vivir en zonas con inviernos duros, pasar la mayor parte del tiempo en interiores o usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo puede reducir la exposición al sol. En este sentido, la recomendación es que te expongas al sol al menos de 10 a 15 minutos al día. Eso sí, con protección, claro.
- Pigmentación de la piel: Las personas con piel más oscura tienen una mayor cantidad de melanina, lo que puede limitar la producción de vitamina D en la piel. En este sentido, lo ideal para cada organismo ronda los 60-70 nmol/L de vit-D en verano y 50 en invierno.
- Edad avanzada: la capacidad del cuerpo para producir vitamina D disminuye con la edad.
- Problemas de absorción intestinal: los trastornos gastrointestinales, como la enfermedad celíaca o la enfermedad de Crohn, pueden alterar la absorción adecuada de vitamina D.
- Enfermedades renales: las personas con enfermedad renal pueden tener niveles reducidos debido a que las enzimas de vit-D están inactivas y necesitan ser convertidas por enzimas renales. Por tanto, si el riñón no funciona con normalidad debido a alguna enfermedad, tiene dificultades para transformar la enzima.
- Desequilibrios hormonales y receptores de vitamina D resistentes
Síntomas de deficiencia de Vita-D:
- Debilidad muscular: La vitamina D juega un papel fundamental en la función muscular, por lo que su falta puede provocar debilidad.
- Dolor de huesos: la deficiencia de vitamina D se asocia con problemas óseos como la osteoporosis y el raquitismo en los niños.
- Fatiga: Las personas con niveles bajos de vitamina D pueden sentirse más cansadas y tener energía reducida, provocando exceso de sudor, especialmente en la zona del rostro.
- Depresión: los estudios sugieren que la vitamina D está relacionada con el bienestar mental y su falta puede contribuir a los síntomas depresivos.
- Sistema inmunológico debilitado: Los niveles bajos de vitamina D pueden dificultar que el sistema inmunológico se defienda, lo que provoca infecciones e inflamación más fácilmente. Además, los estudios indican que las personas con una deficiencia de vitamina D en su cuerpo tienen mayores posibilidades de desarrollar artritis reumatoide, diabetes mellitus tipo 1 y esclerosis múltiple.
- Mal humor: la serotonina (hormona de la felicidad) sólo se produce en el cuerpo cuando se tiene cantidades suficientes de vit-D, por lo tanto, niveles bajos no son capaces de producir la hormona, provocando episodios de estrés y mal humor.
- Problemas de visión: niveles bajos pueden afectar la retina y provocar ceguera nocturna y alteraciones visuales.
- Curación lenta: junto con la vitamina K y A, la vitamina D desempeña un papel único en la eficacia de una curación rápida e igualmente eficiente.
- Uñas débiles: La vitamina D puede afectar los niveles de calcio en el cuerpo, provocando que las uñas se descamen, quebradizas e incluso flexibles.
- Dificultades para quedar embarazada: La falta de vit-D afecta la producción de colesterol, que es importante para la producción de hormonas sexuales.
Otros síntomas
Otros síntomas comunes son: dolores en el cuerpo sin motivo, sudoración en la zona de la cabeza, infecciones diversas en un corto período de tiempo, aumento de peso, caída del cabello, enfermedades infecciosas como aftas y herpes labial.
Consecuencias de la deficiencia de vitamina D
A largo plazo, la deficiencia de vitamina D puede tener graves consecuencias para la salud. Además de los problemas óseos antes mencionados, se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, cáncer y trastornos autoinmunes.
Por ello, es fundamental mantener unos niveles adecuados de vitamina D mediante la exposición solar, la dieta y, cuando sea necesario, la suplementación. Si se sospecha una deficiencia de vitamina D, es recomendable consultar a un profesional de la salud para su evaluación y tratamiento adecuado.
Fuentes de vitamina D
El sol es uno de tus mayores aliados a la hora de pensar en aumentar los niveles en tu cuerpo, sin embargo es importante recordar utilizar protección solar para evitar quemaduras y efectos nocivos en tu piel a largo plazo como envejecimiento prematuro, manchas, así como la posibilidad de cáncer de piel.
Además, existe una gran lista de alimentos que pueden ayudarte a aumentar tus niveles. Son ellos: Yema de huevo Atún Salmón Higado de pollo Tilapia Hígado de res Sardina Hongos y más
Cómo sé si mi vitamina D está baja?
Si estás experimentando alguno de los síntomas y molestias mencionadas anteriormente, lo ideal es acudir a un médico para que analice tu caso y decida el mejor curso de acción respecto a la reposición de vitamina D si este es tu problema. Además, puede hacerse un análisis de sangre de vitamina D, también conocida como hidroxivitamina D o 25 (OH) D.
Los valores de referencia son:
- Valor superior a 20 ng/mL: para una persona sana con niveles adecuados de vitamina D
- Entre 30 y 60 ng/mL: Valor indicado para personas mayores, mujeres embarazadas y pacientes que presentan enfermedades relacionadas con la deficiencia de vit-D como el raquitismo, así como enfermedades renales.
- Entre 10 y 20 ng/mL: Valor bajo con riesgo de pérdida ósea y posibilidad de desarrollar enfermedades y presentar síntomas
- Menos de 10 ng/mL: Valor extremadamente bajo, requiriendo reemplazo de medicación en la mayoría de los casos Entonces.
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